Los ganchos de Corbyn colocan a May a la defensiva

El líder laborista desgasta a ex ministra del Interior en su feudo: la seguridad

Ernesto Ekaizer
4 min
Homenatge a les víctimes de l'últim atemptat a Londres, al parc Potters Field.

Madrid¿Es un fenómeno de ilusión óptica? ¿Está Jeremy Corbyn disputándole la victoria a Theresa May a dos días de las elecciones del jueves 8? ¿Son decisivos como factor predictivo en el sistema electoral británico los sondeos sobre porcentaje de voto de cada partido?

La extraordinaria diferencia de votos a favor de May en la mayoría de sondeos se ha reducido de 20 puntos a 4 tras los dos atentados, el de Manchester y el último atentado del sábado en el Puente de Londres, una ventaja mínima si se compara con anteriores elecciones.

Pero lo relevante es esto: el tema que tras el atentado del pasado sábado monopoliza la campaña electoral es la seguridad, el recorte del número de policías puesto en practica cuando May era, en 2010, ministra del Interior. Y los fallos que permitieron consumar los atentados de Mánchester y el Puente de Londres.

En cuestión de horas, desde el domingo por la mañana, se ha instalado el ambiente que provocó en España el bárbaro atentado fundamentalista islámico el 11 de marzo de 2004 en últimos tres días de la campaña de las elecciones del 14-M.

El debate político giró aquí en torno a quién había sido el autor de la masacre, si ETA, como pretendía el gobierno de José María Aznar, o los fundamentalistas islámicos, mientras que en el Reino Unido, se discute sobre los recortes de las fuerzas del orden en los últimos años y la política exterior del Gobierno conservador.

Fue Theresa May quien rompió la tregua de la campaña al anunciar el domingo un programa completo de seguridad si ganaba el jueves, y lanzó la idea de que los británicos han mostrado excesiva tolerancia con el terrorismo fundamentalista islámico. Es decir: prometió un nuevo paquete de leyes para endurecer penas y persecución en las redes sociales.

Cuerpo legislativo

Los gobiernos del Reino Unido han introducido nueve piezas de legislación bajo la ley del Terrorismo de 2000, la ley de Prevención del Terrorismo de 2005 y la ley de Poderes de Investigación de 2016. Y el resultado está a la vista.

Por tanto, por el lado de legislación y el incremento de los efectivos policiales no será posible eliminar los atentados. Porque los terroristas que recluta el Estado Islámico o Daesh al dar su vida, al inmolarse, crean una dinámica que hace casi imposible impedir los atentados. Desafían, precisamente, la eficacia de la prevención.

May vende a tres días de las elecciones la ficción de una nación supersegura con un nivel de vulnerabilidad mínimo, en una fortaleza. Es simplemente autoengaño, propaganda desesperada, o ambas cosas a la vez.

El debate de Corbyn

Corbyn, por su parte, ha abierto el gran debate tras la masacre de Mánchester, al subrayar la conexión entre las guerras que el Reino Unido ha promovido en Oriente Próximo (Irak y Libia, por ejemplo)y el terrorismo dentro de las fronteras.

La preparación del atentado suicida de Mánchester, precisamente, fue realizada en Libia y su ejecución estuvo a cargo de un joven británico de familia libia que combatió contra Gadafi, una guerra de inspiración británica.

En realidad, como escribió en 2016 el escritor Juan Goytisolo, fallecido el pasado domingo en Marrakech: “Los atropellos de los años noventa en Chechenia, Afganistan, Argelia o Bosnia y la difusión a golpe de petrodólares del fundamentalismo wahabí de Arabia Saudí son el germen de los conflictos que ahora azotan a Oriente Próximo, Magreb y África subsahariana”. A ello habría que añadir Afganistán, Irak, Libia y Siria.

Pero, a tres días de las elecciones, Corbyn ha aprovechado el recorte del número de policías ordenado por May cuando era ministra del Interior para propinar un fuerte gancho en la mandíbula de su adversaria. Y May está a la defensiva en su propio feudo: la seguridad.

Con todo, la tremenda reducción de la diferencia en los sondeos sobre intención de voto puede ser un fenómeno de ilusión óptica. Ya es seguro que May ha fracasado en su objetivo al anticipar elecciones: sacar una gran mayoría para negociar el Brexit con la Unión Europea. Pero no es seguro que vaya a perder ante Corbyn.

Sistema electoral particular

Porque en el sistema uninominal mayoritario lo que importan son las circunscripciones o distritos, que eligen un parlamentario, a saber, el que más votos obtiene; por tanto, no se toman en cuenta los votos totales en el país.

En otros términos, la circunscripción o distrito es el terreno de batalla de la elección. En 2015, solamente un 17% de los 646 distritos (o parlamentarios) cambió por uno nuevo. La elección, por tanto, se decidiría en un puñado de100 escaños que pueden cambiar de manos.

En todo caso, la victoria que May tenía en la cabeza al anticipar las elecciones es un espejismo y todavía hay partido. Sobre todo si los jóvenes menores de 25 años se deciden a votar una franja en la que Corbyn le gana a May por 57 puntos y si además de la seguridad entra en juego el repudio a la austeridad.

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